La tinta de Sienkiewicz sobre el lápiz de Buscema era una combinación oscura, decadente y magnética. Además, coincidía con una etapa oscura del personaje, con lo que venía como anillo al dedo. Algunas de sus portadas pasaron a la historia de nuestro trepamuros favoritos. Será difícil ver algo semejante.
Unas páginas sin color.
Y la que quizás sea su viñeta más mítica, llena de carga dramática.
¡SALudos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario